#lunesdeperita · DIAPASÓN
#lunesdeperita
Cada semana una nueva historia rondando a una palabra concreta.
La definición la tomamos de la página oficial de la rae.es.
La sugerencia de la palabra de algún texto leído, o susurrada por el aire o leída en el twitter de @raepoetica,
Es para ti, para mí, para quien tú quieras.
Compártela con quien creas que le puede interesar.
DIAPASÓN
Del lat. diapāson, y este del gr. διαπασῶν diapasôn, de [ἡ] διὰ πασῶν [χορδῶν συμφωνία] [hē] dià pasôn [chordôn symphōnía] ‘[la] entre todas [las cuerdas concordancia]’.
3. m. Mús. diapasón normal (‖ dispositivo para regular voces e instrumentos).
diapasón normal
1. m. Mús. Dispositivo de acero doblado en forma de horquilla con pie, que, cuando se hace sonar, da 440 Hz o vibraciones por segundo, correspondientes a la nota la natural, utilizada para regular voces e instrumentos musicales.
2. m. Mús. Sonido del diapasón normal tomado como referencia para la entonación de voces y afinación de instrumentos.
TANNN · félixalbo
Se pasa la mayor parte del día colgada de la última hebra de su tela.
Le encanta esa sensación. Suspendida. Relajada. Dejándose mecer por la brisa y la nada; así, como si no pesara la vida.
Prefiere tejer de noche para que con el relente del alba las gotas queden suspendidas en las transparentes lágrimas estiradas de su tela. Ella espera a que dos o tres se vayan juntando. No más, porque si no caen al vacío incierto del bosque. No tiene prisa, así que espera. Dos o tres, y juntas formen una gota gorda, de agua pura con aroma a temprano. Entonces se acerca y mira curiosa. Se busca el reflejo y se mira. Queda mirando y mirándose. Le produce una sensación extraña ver ese reflejo distorsionado de su cara que no conoce. Sabe que es ella, sin reconocerse lo sabe. Se busca mirando y se separa con una mueca, como riendo.
Suelta la hebra, salta y queda suspendida de nuevo.
Si no hay brisa, ella se mece. Suavemente, de un lado al otro. Hasta que el primer rayo del día atraviesa la tela jugueteando con la seda.
Es entonces cuando empieza a tocar: Tannn. Con su pata trasera tensa la hebra en el aire y la suelta casi con un golpe; Tannn. El sonido se reparte por todas las hebras y suena la tela entera; Tannn. Tiene un tono cadente, profundo, como de oboe, celo o voz de abuela; Tannn. Vibra el viento en el bosque; Tannn. Los pájaros apenas lo oyen pero andan cantando también, chiu chip chiu. Y ella: Tannn. Y Tannn. Tannn.
Es rítmico y constante. Los insectos sí lo oyen y curiosamente se sienten atraídos; Tannn. A veces una hormiga cantante, o una avispa bailandera, se acercan atrevidas, curiosas; Tannn. Ella espera. No tiene prisa; Tannn. A veces un moscardón remolón, o un zángano con cartera sin nada que hacer, embelasados se acercan; Tannn. Hasta que caen. Una u otro queda en la tela que con sus patas hacen sonar el miedo desordenadamente; tin clin tran tran plun, tratando de zafarse de algo que ya presentían. Lo sabían, claro. Y su angustia suena como cuando alguien descubre un piano y quiere hacerlo sonar paseando sus dedos ansiosos, casi locos sobre el teclado. Sin orden, ni respeto: tran clin plom prom, promb. La desesperación no tiene armonía, ni ritmo.
Ella acompaña ofreciendo el tono correcto mientras espera a que su víctima deje de armar tanto escándalo.
Al poco, llega el silencio. Ella tampoco toca cuando su víctima cesa. Espera un instante, eterno para la víctima, y con una voz suave, nítida, transparente driría, comienza a cantar. Es como un silbido envolvente. No hay letra, solo una melodía antigua, primitiva. Una nana que tranquiliza a la víctima que ha quedado exhausta de bracear. Ella recoge su hebra y sube, elegante, silenciosa, mientras canta. Canta y se acerca. Canta y calma. Y tan cerca queda que puede oler la boca de la víctima paralizada, y no por miedo, sino encantada.
La araña la huele despacio, con mimo la abraza. La envuelve. Le besa. La mira como a gota de alba. Besa y mata. Después se la come bebiéndose su alma. La sorbe dormida no. Más que eso. Sorbe a us víctima muerta y enamorada.
Sonríe la araña mientras se desliza por su hebra de nuevo. Queda suspendida, fresca, satisfecha.
Se relame la boca y con sus patas y vuelve. Vuelve; Tannn. Tannn. Tannn.
La ficción es un espacio de libertad, sin medida, sin doma, sin culpa, sin sentido. #Abrazosacapazos. Félix Albo P.D. la semana que viene más. P.D.1. la de la semana anterior aquí.
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