#lunesdeperita · recalcitrante

Desesperada por cómo dormirse se le ocurrió mirarse desde fuera, como si tuviera una cámara en el techo; funcionó. Vio estirada sobre la cama su figura calma, dormida, tapada a trazos con la sábana y con esa postura suya para conciliar el sueño: la cabeza girada hacia la izquierda, apoyada sobre su brazo derecho y su rodilla izquierda doblada a la altura de la cadera. Y así, mirándose, sin más, se durmió.

Dos días después lo intentó de nuevo y se volvió a ver, claro, en la misma postura pero esta vez no estaba sola en la cama. Había dos personas más; un hombre y una mujer que dormían junto a ella tranquilamente. Se acercó y pudo ver que sus rostros, los tres, sonreían con satisfacción y placer, y sonrió. Y se puso a escudriñar entre las sábanas con sigilo por no despertar a nadie y comprobó las pieles desnudas con ese olor aún a sexo compartido, sudor y humores. Y sin darse cuenta este era ya su sueño y se pasó la noche acariciando los tres cuerpos con curiosidad y detalle. Se despertó radiante y sola, con el sabor de dos bocas en la suya. Sabor a beso.

A la semana, se sorprendía al verse echada sobre la arena blanca de una playa, a unos veinte metros de la orilla. Se estaba despertando en el momento en el que se miraba. Su imagen se desperezó lentamente y se puso de pie. También estaba desnuda. Y entonces pudo tener dos perspectivas: la de ella que se miraba desde fuera, y la de ella durmiente, que se lanzaba sin temor ni ruta a descubrir unos paisajes únicos. Y se acompañó durante todo el día, que era su noche, y se despertó con la radio mientras caminaba sobre el agua cristalina de un mar azul índigo y tranquilo. Sabor a sal.

Y así ha sido banquera, y madre de una familia de seis hijos, y dependienta de una mercería de pueblo, y bibliotecaria, y escaladora, y rica riquísima, y vagabunda, y nini, y punk, y directora de una multinaconal, y malabarista de semáforo, y pintora, y profesora, y gran lectora…

Y de alguna manera sabe que todas esas personas habitan en ella pues son ella misma, y cada noche se dispone a vivir las distintas vidas que le aguardan en cada sueño; o mejor, se dispone a completar su vida con las vidas que no le da tiempo a vivir mientras está despierta.

Terca, secreta y maravillosa costumbre que le hace despertar cada mañana con un sabor distinto en su boca, y le aroma todo el día, y le hace mirar el mundo de otra manera. Y al llegar la noche, ella sólo se coloca en esa postura que parece ser la llave que abre la puerta a seguir disfrutando de cualquier retazo de su vida maravillosa.

Y allá va. Allá va.

la definición la tomamos de la página oficial de la rae.es

La palabra es de algún texto leído, o susurrada por la calle, 
o leída en el twitter de @raepoetica,

 Es para ti, para mí, para quien tú quieras.

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La ficción es un espacio de libertad, sin medida, sin doma, sin culpa, sin sentido o quizá
con mucho más que la propia realidad. 
#Abrazosacapazos.  
Félix Albo

P.D. la semana que viene más.
P.D.1. lee la anterior aquí.

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